Lo primero que observarás cuando llegues a Barcelona es que es totalmente
imposible usar tarjeta de crédito
en los bares, algunos supermercados y en general en muchos sitios. Estoy harta
de este problema porque cuando estoy en mi país nunca he de llevar dinero
efectivo y para mí, es muy molesto. Por si no fuera bastante tienes que gastar
como mínimo 10 o algunas veces 20 euros para que te permitan pagar con tarjeta
y en Dinamarca puedes usar tu tarjeta cuando compras un pirulí a 0,50 euro. Encima
tengo que pagar una tasa de 4 euros cuando voy a retirar dinero efectivo.
Entonces es una situación muy molesta,
porque siempre me causa problemas. Además no me gusta tener dinero en
efectivo porque para mi es dinero usado. Es decir que no puedo controlar cuanto
voy a gastar.
Otra cosa que ya no aguanto más es que hay un montón de vendedores
ambulantes en la playa que siempre van a irritarte y no entienden un “no”. Me saca de mis casillas que las
mujeres de masaje vayan a tocarte y al mismo tiempo dicen “solo 5 euros, muy bien para ti, muy bien”. No tienen derecho a
tocarme, no hay derecho, y no me gustan sus manos engrasadas en la cercanía de
mi cuerpo. En Dinamarca donde vivo también tenemos playas bonitas cuando
finalmente llega el calor y no hay ningún vendedor, solamente paz y el sonido
del mar.
Hay muchísimas diferencias entre mi país y éste, pero finalmente puedo decir que otra
cosa que me saca de quicio es cuando has estado en una fiesta con tus amigos y
después quieres salir a una discoteca, como por ejemplo Opium los hombres
tienen que pagar 10 euros por una bebida mientras las mujeres tienen gratis
alcohol por 1 hora. En mi país no hay discriminación sexual y estoy hasta el
gorro de que un portero totalmente indiferente puede decidir que los hombres no
pueden entrar en la disco, mientras no es un problema para las chicas, no hay
derecho, hombre, no hay derecho. Eso nunca, nunca va a pasar en mi país. Estoy
hasta las narices de que UN hombre puede destruir una fiesta para mucha gente.
Últimamente puedo decir que a la larga prefiero vivir
en mi propio país…
Hola Sidsel!
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con todo que dices en este comentario. En Londres también se puede usar la tarjeta en más o menos cualquier lugar, y aquí me molesta mucho que no se puede usar la tarjeta en muchas tiendas y cafés.
En Londrés los discotecas son iguales de los de Dinamarca en que no hay discriminación sexual. Aquí las bebidas en los discotecas son exorbiantes, mientras en Londres generalmente son bastante baratos.
Además, otra cosa que me molesta muchísima es que la mayoría de las tiendas (con la excepción de las cadenas), no admiten las devoluciones. Me parece muy anticuado,y además da mucha rabia....