TEXTO
8: EN LA MALETA ME LLEVARÍA...
Estamos a
finales de Junio y ya ha llegado el fin de nuestra estancia Erasmus
en Barcelona... ¡Es
increíble! ¡El
tiempo ha pasado volando! Creo que todavía no me he hecho a la idea
de que ha llegado el momento de despedirme de esta ciudad tan
especial y agradable para vivir que representa Barcelona. Voy a
aprovechar este texto para hacer un breve listado de lo que me llevo
y de lo que dejo aquí.
Dejo atrás los momentos de
estrés, por ejemplo cuando buscaba un piso, y los momentos de
espera, por ejemplo en las urgencias (porque aquí no estamos
habilitados a coger cita con un medico) o en la administración,
todos estos momentos en que piensas: “En mi país, estas cosas no
pasarían!”. Aquí se quedan todas las cosas que me sacan de
quicio, como por ejemplo los catalanes radicales o la gente que se
entromete en tu vida.
En mi maleta pongo muchos
recuerdos. Desgraciadamente no me puedo llevar a los amigos, ellos se
quedan aquí, sin embargo me llevo las sonrisas, las alegrías, las
risas locas, todos estos buenos momentos pasados juntos. Me llevo
nuevas amistades con quien guardaré el contacto y con quien volveré
a encontrarme el día en que vuelva a Barcelona. Todo lo que he
aprendido aquí sobre la lengua y la cultura española, con su música
encantadora, su comida variada, sus costumbres y sus tradiciones, se
va conmigo. Me llevo la enorme satisfacción de haber vivido una
experiencia enriquecedora y me voy con las ganas de viajar y de
descubrir nuevos lugares que han despertado en mi este viaje a
España.
Hermann Hesse
decía que “La vida de cada hombre es un camino hacia sí
mismo, el intento de un camino, el esbozo de un sendero”.
Efectivamente, la vida es como un viaje hacia sí
mismo donde cada experiencia, buena o mala, te enseña
un poco mas sobre tí
mismo y te ayuda a construirte como persona, donde intentas coger las
buenas decisiones para seguir adelante.
Por mucho que
lo quiera, no me puedo llevarme ni el mar ni el buen tiempo en la
maleta pero guardo Barcelona en mi corazón. Para mí
esta ciudad es sinónimo de muchas experiencias constructivas y de
buenos recuerdos. ¡Te
quiero, Barcelona!
Estoy de acuerdo en que el Barcelona siempre estará en nuestros corazones. Pase lo que pase en el futuro, siempre vamos a tener esta experiencia. Siempre recordaremos a nuestros amigos, nuestros recuerdos y los lugares que más amamos. Estoy muy triste irse, pero muy agradecido por la oportunidad que nunca olvidaré.
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