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lunes, 7 de mayo de 2012


EL DÍA DE SANT JORDI.

El lunes pasado, día 23 de Abril de 2012, fue el día de Sant Jordi. Desgraciadamente estuve trabajando y no pude asistir a la fiesta, pero aquí en Cataluña es un día muy especial que se festeja por todo lo alto. En principio la fiesta de Sant Jordi es el día de los enamorados en el que, según la tradición, el chico ofrece una rosa a su chica y recibe un libro. Sin embargo, hoy en día, las cosas han cambiado un poco y no existen normas; cualquier ocasión vale para regalar libros y rosas a las personas queridas, familiares y amigos, y juntarse al bullicio que anima las calles de Barcelona. Pero ¿cuál es el origen de este intercambio de rosas y libros?
En lo que concierne a la leyenda, la versión mas popular cuenta que existía un dragón en Montblanc que atacaba a la población. Para apaciguarlo, se sacrificó a una princesa que hubiera muerto si no hubiera sido rescatada por el valiente Príncipe Jordi que mató al dragón. Según esta leyenda, de la sangre derramada en el suelo nacieron rosas rojas y de allí la tradición de hacer entrega de estas flores rojas tan apreciadas. En lo que atañe al libro, para rendir homenaje a la muerte de dos grandes escritores que fueron Cervantes y Shakespeare, se instauró este día como Día del libro en toda España en 1926. En resumidas cuentas, la mezcla de la celebración literaria y de la tradición catalana engendró esta fiesta excepcional de gran aceptación ciudadana.
Así pues, en ese día tan esencial para los catalanes, la ciudad de Barcelona se viste de los colores locales, el amarillo y el rojo. No hace falta ir hasta el Paseo de Gracia o la Rambla Cataluña inundados por un mar de gente para notar el ambiente tan particular que anima la ciudad. Incluso en las calles más estrechas o alejadas del centro están presentes pequeños stands de libros o de rosas. Nada más salir a la calle, nos encontramos con mujeres sonrientes con sus flores en la mano. Lo bueno de esta fiesta popular es que nadie vuelve a casa con las manos vacías, con tan sólo irse de compras al supermercado o comprar el pan, ¡ya se consiguen unas cuantas flores!
Como conclusión, la fiesta popular de Sant Jordi aquí en Barcelona es un día en que toda la ciudad se llena de colores y de gente, con un ambiente muy simpático. Una feliz muchedumbre invade las calles y anima la ciudad. Debemos señalar que Sant Jordi no deja de ser una fiesta comercial que muchos autores aprovechan para promocionar sus libros, sin embargo es también un día en que la gente que no tiene la costumbre de leer se dejan llevar por la tradición y se atreve a comprar libros.

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