El 23 de abril se celebra una fiesta
especial en Cataluña, el día de Sant Jordi. Es una tradición donde
las chicas regalan libros a los chicos y los chicos obsequian con
rosas a las chicas. En esta costumbre la rosa es un símbolo del amor
y el libro un símbolo de la cultura. Una fábula popular cuenta la
victoria de San Jorge sobre el dragón, que atemorizaba a los
habitantes en un pueblo en la Edad Media. Sin embargo, hoy en día lo
más notable de esta festividad es el amor y la difusión de la
literatura catalana.
En el sitio más poblado en la Cataluña,
en Barcelona, hay un mar de gente en toda la ciudad por Sant Jordi.
En la Plaza Cataluña y en la Rambla la gente camina sin rumbo. Un
montón de chicas y chicos salen a las calles y se sumergen en esta
fiesta extraordinaria con libros y rosas. Se paran por los rincones
flirteando y charlando; toda la ciudad disfruta el día: las
floristas, los libreros y los bares hacen buenos negocios y casi cada
chica tiene una rosa en su mano y los chicos los libros en sus
bolsas. No obstante, algunas chicas tienen los libros también.
A los extranjeros que vean esta
festividad por primera vez les puede resultar muy familiar al día de
San Valentín que es una celebración tradicional de países
anglosajones en la que los enamorados se expresan su amor mutuamente.
Pero el día de Sant Jordi tiene más profundidad, porque no
solamente trata del amor, sino también de algo intelectual: la
literatura. Por ende, esta festividad contribuye también a la
cultura catalana literaria, al mantenimiento de la lengua catalana y
en último término a la reproducción de la gente catalana.
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