No hay camino que no tenga fin

Nos hechizamos con este frase porque refleja el ciclo de la vida. Todo tiene que acabar un día y lo importante es disfrutar del viaje y no llegar al destino. La vida tiene etapas diferentes e importantes y cuando un camino finaliza un nuevo viaje empieza. Estos momentos son más fuertes y agridulces porque sabemos que no vamos a volver a esta época en nuestras vidas. Pero sin duda nuestras experiencias en Barcelona van a influir en el trayecto de nuestros futuros.

De este viaje me llevaría muchas cosas buenas de Barcelona, pero lo más importante son; mis amistades nuevas. He encontrado mucha gente distinta y fabulosa de todo el mundo con diferentes culturas y diferentes colores de la piel. Para mí esto amplia los horizontes al conocer mucha gente diferente porque se aprende más de las personas en general. También pongo mi experiencia de Ibiza en mi maleta porque nunca puedo tener la misma experiencia otra vez con todo el mundo de Erasmus en un sitio. Es decir que siempre memorizo este recuerdo porque fueron unas vacaciones fantásticas con toda mi familia de Erasmus.

Además se va conmigo la vida nocturna de Barcelona porque es irreemplazable y en mi ciudad en Dinamarca no tenemos el mismo pulso, sino es muy diferente y no podemos salir todos los días, solamente en el fin de la semana. Además de eso meto el calor de Barcelona y las playas encantadoras.

Pensando en todas las memorias de mi ruta no solamente me sonreía ligeramente porque también eran muchas experiencias y muchos actos que me dejo. Hablando de experiencias malas creo que una de las experiencias que ha causado que mi trayecto ha sido un camino con baches es que he tenido muchos problemas en mi piso. Ha sido una lucha sin igual porque había cucarachas en el piso y también no he tenido agua caliente por un mes. Por eso quito mi piso de Barcelona con una sonrisa muy grande. Otras cosas que no me llevo son el mal servicio de los restaurantes, que la gente no es puntual y que algunas personas parecen perezosas.

En total siempre recordaré Barcelona como una ciudad muy especial y como mi segundo hogar con mi segunda familia, y como he dicho al principio, no hay camino que no tenga fin, pero eso no significa que no puedo hacer un otro viaje a Barcelona en el futuro.