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martes, 19 de junio de 2012

La maleta de las emociones



La maleta de las emociones



Empezamos con las palabras siguientes (Hermann Hesse):

“…La vida de cada hombre es un camino hacia sí mismo, el intento de un camino, el esbozo de un sendero…”

Es decir, se dice que la vida es como un camino llano, pero en la realidad parece más un camino sin una senda trazada. O sea, “...caminante, no hay camino, se hace camino al andar...” (Antonio Machado)

En las palabras siguientes voy a compartir contigo algunas de mis reflexiones sobre mi estancia en Barcelona. Es decir, mis experiencias, mis pensamientos sobre la cultura española, etcétera, etcétera.

Primeramente, ha sido un viaje zigzagueante, un sendero con baches. Es decir, he vivido en una cultura totalmente diferente a la de mi país, por lo tanto de vez en cuando me he encontrado con un choque cultural. Sin embargo, yo no habría sido sin esas experiencias, porque me han demostrado que hay muchas diferencias dignas de admiración en todos los países del mundo. Asimismo, he aprendido la lección de que yo soy danés, un hombre influenciado por las normas y costumbres danesas.
Por ejemplo, no me llevo la lentitud española y las tiendas dormidas durante la siesta (¡todavía estoy hasta el gorro de que no puedo comprar mi tabaco durante el mediodíaJ!, ya está, hombre, ya está!). Tampoco me llevo las calles malolientes.

En segundo lugar, y al mismo tiempo, ha sido una ruta llana, un medio año sumamente amable. O sea, he en vivido un país en el cual vive una muchedumbre de españoles simpáticos y amables, que me han recibido con los brazos abiertos. Recuerdo el primer mes, donde mi vecino nos ayudó a cuidar nuestro perro porque teníamos que viajar a Dinamarca para trabajar. También recuerdo sus palabras cuando yo estaba en la puerta, ofreciéndole unas botellas de vino por su ayuda: “Un favor no se paga”. Es seguro que por siempre me quedo con esa experiencia.

En pocas palabras...
Dejo un país maravillosamente amable, una gente simpática e interesante. Se queda una ciudad bonita, llena de lugares significaos y mágicos – sitios con duende. Me llevo muchos días brillantes, días sofocantes y la menoría del café español – intenso y aromático como la gente española.

Jakob Vang Glud




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